¿Cómo afectan las adicciones al cerebro?

Las adicciones en Barcelona son un problema grave que afecta a la salud mental, física y socio-laboral de las personas en más de un sentido. Las adicciones se conforman cuando una persona habituada a experimentar busca e ingiere una o varias sustancias, como drogas o alcohol, antes de adoptar ciertos comportamientos compulsivos característicos de las dependencias, como inquietud hasta desesperación, al tener que consumirla con frecuencia varias o muchas veces al día, en un intento de satisfacer una necesidad sin goce de consumo..

El consumo excesivo de sustancias puede provocar cambios en la estructura y el funcionamiento del cerebro, impidiendo que la persona ya "dependiente" controle sus impulsos, aumentando el riesgo de desarrollar problemas de salud mental, depresión y ansiedad o de orden físico y social con incumplimiento grave de sus obligaciones familiares, académicas o laborales.

Las áreas cerebrales afectadas por las adicciones

Las investigaciones sobre las adicciones han demostrado que determinadas áreas del cerebro son especialmente vulnerables a los efectos del abuso de sustancias. Estas zonas, conocidas como el sistema de recompensa  en el cerebro, son responsables del placer y la satisfacción que experimentamos al realizar determinadas actividades.

Las drogas, el alcohol u otras sustancias de poder adictivo pueden secuestrar este sistema sobre estimulando los centros de placer del cerebro. El resultado neuro-biológico observado se caracteriza por una liberación en torrente de dopamina; hormona asociada a la sensación de bienestar, que provoca un fuerte deseo de consumir una o varias sustancias. Este comportamiento reiterado conduce a la adicción y determina el estadio de dependencia, variable para las diferentes sustancias de uso y abuso.

Las zonas del cerebro más afectadas por la adicción incluyen los ganglios basales, que intervienen en las formas positivas de motivación, incluidos los efectos placenteros de actividades como comer, socializar y mantener relaciones sexuales. Los ganglios basales también intervienen en la formación de hábitos y rutinas.