¿Cómo afecta una adicción al cerebro?
¿Qué genera?
Las adicciones afectan principalmente el sistema de recompensa del cerebro, que incluye áreas como el núcleo accumbens y el sistema límbico. Estas áreas son responsables de experimentar placer y gratificación. Las sustancias adictivas o comportamientos compulsivos estimulan de manera intensa estos sistemas, creando sensaciones de euforia que el cerebro comienza a buscar de forma repetitiva. Con el tiempo, el cerebro se adapta a estas elevadas señales de recompensa, reduciendo la respuesta a estímulos naturales y creando una necesidad creciente de la sustancia o comportamiento adictivo.
El uso prolongado de sustancias adictivas puede provocar cambios en la estructura cerebral. Áreas responsables del control de impulsos, la toma de decisiones y el autocontrol, como la corteza prefrontal, pueden deteriorarse. Esto resulta en una disminución de la capacidad para tomar decisiones racionales y aumentar el impulso hacia comportamientos adictivos, a pesar de sus consecuencias negativas.
La adicción también afecta la capacidad de aprendizaje y la memoria. El cerebro adicto tiende a reforzar patrones de comportamiento relacionados con la búsqueda de la sustancia o el comportamiento adictivo, lo que puede afectar negativamente la memoria de eventos y la capacidad de aprender nuevas habilidades.